El presidente del Principado de Asturias y del jurado, Vicente Álvarez Areces, ha leído el acta en el que se destaca "su contribución en los últimos años en proyectos específicos cuya meta es combatir el hambre y reducir la mortalidad materna en el mundo".
Manos Unidas, que este año celebra su 50 aniversario, llegó a las últimas votaciones del jurado junto a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y a la dirigente de la oposición democrática birmana Daw Ang San Suu Kyi, que obtuvo el premio Nobel de la Paz en 1991.
"Recibimos este galardón con gran emoción y agradecimiento, pero también con humildad y con un renovado espíritu de trabajo y colaboración con los que no gozan de los mismos privilegios que nosotros y sufren las injusticias de este mundo", ha declarado la organización en un comunicado, en el que además ha agradecido el premio a "todos los que con su apoyo" lo han hecho posible.
No desarrolla proyectos propios, sino que financia los que ofrecen garantías, impulsando a las organizaciones de los países en los que trabaja. Hasta la fecha, la organización católica ha financiado alrededor de 25.000 proyectos en más de 64 países de Asia, África, América y Oceanía.
Por esta enorme labor, Manos Unidas ha explicado que el galardón "es para nosotros una enorme responsabilidad que nos obliga a trabajar muy duro, porque no queremos ni podemos defraudar a todos los que nos han dado su apoyo y reconocimiento tanto en España (y gracias al esfuerzo de nuestras 71 delegaciones) como en países en los que trabajamos o hemos trabajado a lo largo de estos 50 años.
Lucha contra la injusticia
La candidatura, propuesta por el Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española, recibió 6.300 apoyos entre los que figuran anteriores galardonados como Teresa Berganza, el padre Ángel García, Eduardo García de Enterría, Somaly Mam, Miguel Indurain y Federico García Moliner, así como misioneros, obispos y superiores de comunidades religiosas de todo el mundo.El Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, dotado con 50.000 euros y una escultura de Joan Miró, se concede a personas, organizaciones o instituciones que contribuyan "al entendimiento y a la convivencia en paz entre los hombres, a la lucha contra la injusticia, la pobreza, la enfermedad, la ignorancia o a la defensa de la libertad".
Precisamente, Manos Unidas nació en España en 1960 en respuesta a una llamada mundial de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para luchar contra el hambre. Además de ese combate, la organización trata de impulsar un desarrollo humano sostenible. Sus objetivos principales son la financiación de proyectos en los países más castigados por la pobreza, así como el impulso de la educación para el desarrollo.